A pesar de la ola de calor, la fuerte tormenta y el período de vacaciones, decenas de peregrinos, misioneros y servidores, estuvimos junto a Nuestra Madre Santa María del Espíritu Santo de Lanús. Siguen viniendo mamás a presentar sus bebés a la Madre todos. Seguimos viendo grandes signos de conversión y perseverancia. Las filas para Confesiones. La Misa de pie o de rodillas, bajo el agua. La fuerza de la Fe transformadora en María, que nos conduce al Señor Jesús, nuestra razón de vida.