Avellaneda, 11 de agosto de 2020

Santa Clara de Asís

Querida Comunidad Diocesana:

Dios Padre, que en su Providencia da pastores a su pueblo, en el año 2001 ha puesto al frente de nuestra Diócesis a Mons. Rubén Oscar Frassia, hoy Obispo Emérito. No puedo iniciar estas lineas sin antes agradecer, en mi nombre y en el de toda la Diócesis, sus casi 20 años de ministerio en Avellaneda-Lanús, su dedicación, calidez y cercania a todo el pueblo a imagen del Buen Pastor. Por él roguemos a María de la Asunción, para que lo acompañe en esta nueva etapa de su ministerio episcopal.

El dia de ayer luego de la lectura y breve meditación del Evangelio del domingo, pasaje en el cual Jesús camina sobre las aguas y manda ir a Pedro hacia Él, el Colegio de Consultores me ha elegido como Administrador Diocesano de esta Diócesis tan querida en la  cual ejercí siempre mi ministerio sacerdotal, cumplíendose providencialmente hoy 30 años de mi ordenacion diaconal.

Al igual que Pedro, me lanzo al encuentro del Señor junto con el desafío que se presenta frente a mi, pidiendo me dé la Sabiduría y la Gracia de nunca apartar la mirada de Él, aún en estos tiempos en los cuales las aguas hacen tambalear la barca y nos invaden las dudas. También como Pedro, escucho la voz de Jesús que me dice “no tengas miedo”,  me toma de su mano y me sube nuevamente a la barca.

Esa mano extendida son cada uno de ustedes. Manos, algunas desconocidas y otras muy queridas, pero todas fortalecidas por la Gracia de Jesús, a las que me aferro para no caer y para poder seguir navegando mientras esperamos al Pastor que nos lleve a puerto.

Pero quisiera ser yo también una mano extendida, la misma mano de Jesús, para cada uno de los que viven en esta Diócesis, para cada una de las comunidades y para  todos los que necesiten, de distinta manera, una mano que sostenga sus caídas, sus tribulaciones, sus dificultades y lo que la vida pueda presentar.

El Señor nos dice a todos: “Ánimo. No tengan miedo… Yo estoy con ustedes hasta el fin de los tiempos”. (Cf. Mt 14,27; Mt 28,20) Con fe renovada sigamos avanzando en esta barca, que es la Diócesis de Avellaneda-Lanús, hacia la orilla que el Señor nos envía.

De a poco nos iremos poniendo en contacto, aún con todas las dificultades que implica este tiempo de cuarentena que estamos transitando. En breve también comenzaremos a rezar, con una oración propia, pidiendo por el Obispo que el mismo Señor nos mande, al cual esperamos ya entusiasmados, con ánimo alegre y esperanzado.

Quedamos unidos en el Amor de Jesús Eucaristía.

Mons. Rubén Oscar López

Administrador Diocesano S.V.